El proceso enfermero consiste en todos aquellos estándares de cuidados que sirven como medida de la calidad de la práctica enfermera en cualquier ámbito de actuación. Consta de las siguientes fases:
- Valoración. La enfermera recoge los datos del paciente.
- Diagnóstico: La enfermera analiza los datos y formula los problemas como diagnósticos enfermeros.
- Identificación de objetivos: La enfermera individualiza resultados que cabe esperar que alcance el paciente.
- Planificación: La enfermera establece y desarrolla un plan de cuidados mediante una serie de intervenciones que conducen al logro de los objetivos del paciente.
- Ejecución: La enfermera practica las intervenciones formuladas en el plan de cuidados.
- Evaluación: La enfermera evalúa la evolución del paciente encaminado hacia el logro de sus objetivos.
La valoración es la primera etapa del proceso y nos ayuda a determinar el estado de salud del paciente. El desarrollo del plan de cuidados, la actuación de la enfermera, los cuidados y todas las decisiones en general van a depender de esta información que obtengamos. Durante esta etapa, son primordiales las siguientes actividades:
- Obtención de datos
- Validación
- Organización de los datos.
- Identificación de los datos.
- Evaluación.
La obtención de datos. Se trata del primer contacto con el paciente donde se recoge la información pertinente. Es proceso continuado y que tiene como objetivo garantizar una valoración lo más completa posible y para ello obtiene información del propio paciente, de familia y allegados, de la historia clínica y de la información procedente de otros profesionales.
La recogida de datos comienza con la observación, entrevista de enfermería y la valoración física del paciente, lo que se denomina valoración de los datos fundamentales. La recopilación continuada de información está encaminada a aportar datos sobre un problema específico, que se conoce como valoración focalizada.
La entrevista de enfermería. Es esencial para reunir información sobre el paciente y con ella, se llega a establecer un clima de confianza y empatía, que va a ser fundamental para obtener datos. En muchos casos, la relación que seamos capaces de establecer va a ayudar al desarrollo del paciente.
Desarrollo de la relación. Para que esta relación sea eficaz, además de tener en cuenta su dinámica, debemos considerar otros aspectos importantes que faciliten el desarrollo y eviten interferencias. Van desde el espacio donde se establece la relación hasta una serie de técnicas y/o habilidades que van a facilitar la expresión y elaboración de sentimientos por parte del paciente. Existen una serio de normas básicas para tener en cuenta:
- Asegurar la intimidad.
- Llamar al paciente por su nombre.
- Explicar la finalidad de nuestra intervención.
- Mantener un buen contacto visual.
- No debemos manifestar prisa o impaciencia.
Para observar al paciente debemos tener presentes los 5 sentidos, prestar atención al aspecto general (higiene, aspectos de su nutrición…), observación del lenguaje corporal y prestar atención a los modelos de interacción.
Para formular las preguntas debemos seguir los siguientes pasos:
- Preguntar en primer lugar el motivo de la consulta, que nos permitirá obtener información sobre la situación del paciente.
- Utilizar una terminología comprensible.
- Utilizar preguntas abiertas que permitan al paciente explicarse.
- No comenzar la entrevista con preguntas personales o delicadas.
- Aplazar las preguntas no pertinentes.
- Utilizar siempre este protocolo para las entrevistas.
Para escuchar adecuadamente al paciente, debemos adoptar una actitud de escucha activa (mirar al paciente a la cara cuando habla, esperar unos segundos, no tener actitud desafiante…), Debemos dejar que el paciente acabe las frases t debemos mostrar paciencia si el paciente presenta un bloque de memoria.
La valoración física también es muy importante, sobre todo en los enfermos psiquiátricos. Habrá algunos pacientes que no presenten los síntomas físicos y en muchos de ellos presentan un umbral de dolor muy elevado, por lo que aguantarán más el dolor, aunque también los hay que presentan muchas somatizaciones. En las interacciones que establezcamos con los pacientes, estos nos emiten unas señales que nosotros deberemos recoger y deducir, que cada uno las interpreta de forma subjetiva según su percepción y juicio
Validación de los datos. Consiste en asegurar que la información que hemos obtenido es verdadera. Para ello hay que seguir algunas normas:
- Los datos aceptados como verdaderos son los susceptibles de ser evaluados con escalas de medición precisa.
- Los datos observados pueden ser verdaderos o no, por lo tanto, debemos contrastarlos con la entrevista directa al paciente.
- La validación puede hacerse de las siguientes formas:
- Revisando los propios datos (tomando de nuevo la T.A.).
- Comprobando que no existan factores transitorios capaces de alterar la precisión de los datos (Alteración de conducta no esperada en un paciente).
- Revisando siempre los datos que son extremadamente anormales.
- Cuando nos quedemos con la duda, solicitaremos a una compañera su colaboración para obtener el mismo dato.
Los puntos clave de la validación son:
- La validación de los datos supone asegurar que la información que se ha reunido es verdadera.
- Al realizar la valoración hay que identificar señales, utilizando los sentidos.
Tras identificarla, la enfermera realizará deducciones sobre el significado de éstas. Para deducir correctamente depende de los conocimientos y habilidades de la enfermera.
Los datos que interpretamos, como resultado de las señales verbales y no verbales, hay que verificarlos con la entrevista directa con el paciente.
Organización de los datos. Una vez que hemos obtenido los datos debemos organizarlos y agruparlos en categorías de información para que nos ayuden a identificar los posibles problemas de salud.
Identificación de los datos. Una vez que tenemos organizados los datos, debemos analizarlos para averiguar los problemas de salud del paciente.
Ejecución. Es la etapa del proceso en la que se pone en práctica todo el plan que se ha elaborado, unas veces la intervención puede ser individual y otras en grupo, dependiendo del objetivo que se persigue y del programa que se está desarrollando. Ejemplo: reunión de pacientes (grupo), contención psíquica (individual).
La ejecución implica continuar con la recogida de datos, realizar las actividades de enfermería, registrar los cuidados de enfermería, mantener un plan de cuidados actualizado…
Evaluación. Es la fase en la que la observación de la conducta y la interacción con el paciente nos van a dar datos y signos para saber si el objetivo ha sido alcanzado. Aunque es en la última fase cuando se evalúan los resultados, esta evaluación es continua desde el principio del proceso, pero en este momento se hace una evaluación global replanteando si es el mejor plan y modificando aquello que creamos más idóneo. En esta fase:
- Valoraremos si se han cumplido los criterios de resultados.
- Introduciremos los cambios que creamos oportunos, tanto de actividades como de objetivos.
me flipa el blog! Está genial explicado!🤩
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